lunes, 15 de junio de 2009

gorete

Gregorio García Díaz, " Gorete"


Todo empezó con la guerra. Una guerra que a Gorete, entonces de 33 años, le sorprendió en su pueblo dedicado a la política local (fue presidente del pueblo con tan sólo 27) y al cuidado de sus prados y sus vacas y que le arrastró en seguida, después de atravesar en plena noche las montañas, a combatir en el frente del Norte enrolado en las tropas republicanas. Cuando éste cayó en el otoño de 1937, Gorete, como tantos, se escondió en las montañas y así fue como empezó la increíble aventura que le iba a convertir en un nombre de leyenda y en un mito popular para todos cuantos nacimos y vivimos hacia la mitad del siglo en las perdidas aldeas de los montes leoneses y asturianos. Lo que empezara una noche como una huida desesperada se iba a acabar convirtiendo -sin que el propio Gorete entonces, claro está, lo imaginara- en una de las páginas más crueles de la guerra y en uno de los destierros más solitarios de los que guarda memoria la última historia de España: durante 11 años, tres meses y cinco días (años, meses y jornadas que Gorete apuntó en su propio cinto haciendo muescas con la navaja), permaneció escondido en una cueva de su pueblo, completamente solo, como un Robinson Crusoe de las montañas.

Julio Llamazares



1 comentario:

  1. ¡Aupa Jago! Muy bueno el entintado, me gusta. A ver si hay segunda parte.

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